Ver un jazmín “sucio”, como lo nombra ella, de más de 80 años; para los que trabajamos en jardinería es una emoción muy grande. Esa planta acompaña a la
familia desde sus comienzos. Haber nacido, criarse, desarrollarse como persona y todo lo que implica, bajo la compañía y protección de ese ser, implican
muchísimas cosas, primero que la planta quiere estar ahí y segundo que el amor que la familia genera en ese entorno hace que se pueda disfrutar hoy en día ese
símbolo de vida.
No solamente el jazmín tiene pinta de abuelito, hay un jazmín amarillo que imprime su presencia protegiendo una imagen de la virgen de Luján (regalada por uno de
sus hijos) un laurel que por más que lo poden sigue estando, un arbusto de flor de pájaro tan sano que ni presenta la típica fungosis en sus flores, y no me puedo
olvidar del jazmín de leche que perfuma y viste la medianera con su personalidad y elegancia.
Lo bueno que tiene este jardín, es que desde que se le dio vida, siempre se le respetaron las plantas estructurales como se las denominan en diseño. Por eso
encontramos plantas de muchos años, porque por más que presente una distribución perimetral, los arbustos de mediano y gran tamaño fueron respetados.
Pero ojo, que tenga plantas tan antiguas no implica que sea un jardín que haya pasado de moda, por el contrario presenta complementos muy actuales, como ser
macizos de hemerocalis, grupos de Phoenix robellinii (que son unas palmeras de hojas muy sutiles que no desarrollan un gran porte como las canariensis),
conjugación de plantas bulbosas, de esas que aparecen de golpe, visten el lugar con colores y después desaparecen, etc, etc.
Es un jardín que no pertenece a la familia, es un jardín que cuida de sus integrantes.
Gracias Chiche por comprender y valorar lo que los jardines hacen por nosotros.
Jazmin del cabo
Quién tiene un jazmín del cabo en su casa, o a quién le gusta el aroma de sus flores? la respuesta es obvia. A todos!
La presentación formal sería para esta planta la siguiente:
arbusto que pertenece a la familia de los Rubiáceas, género Gardenia, especie jazminoide.
Es un arbusto de hojas perennes que se desarrolla hasta una altura de 2 metros pero no mas de 3. Se lo ubica a media sombra o sol pero protegido del sol fuerte
del mediodía estival. Su sistema radicular no es muy resistente al encharcamiento, así que hay que plantarlo en lugares donde el agua escurra fácilmente, pero
tampoco es bueno hacerle faltar agua en las horas de mascalorr.
Presenta una floración anual, donde sus pimpollos se caracterizan por desarrollarse en los ápices, esto es bueno saberlo porque nos indica que la poda de
formación debe realizarse cuando la flor maduró o calló.
Lo que indica que al próximo año, donde podamos, vamos a tener dos brotes nuevos lo que nos dará dos pimpollos donde antes había uno.
En su cuidado hay que tener en cuenta que al igual que las azaleas son consumidores empedernidos de hierro.
Por lo general para tener un follaje verde brillante hay que hacerle aplicaciones seguidas de algún quelato o de sulfato de hierro.
El uso de virutas, clavitos y demás objetos ferrosos, son útiles a partir de varios años que se enterraron cerca de la planta. Eso es porque el jazmín no puede
absorber al hierro en la forma que se suministra, necesita transformarlo de tal forma que pueda traslocarlo a través de sus aces vasculares. Para eso necesita que
la tierra o sustrato donde está plantado sea ácido, que contenga un Ph de 4 a 5. Eso hará que el hierro sea asimilable y pueda entrar en la planta y darle ese color
verde tan distinguido que tiene.
Otro tema a tener en cuenta es el estado sanitario. Normalmente se encuentran hongos que nacen del excremento de las cochinillas. Así que matando a la
cochinilla, matamos al hongo. Usando un piretroide como la cipermetrina podemos controlar la enfermedad.
Diego Berardi
Ojalá pueda trasmitir todo lo que sentí cuando hice la nota y hablé con “la Chiche”
de su jardín.
Un jardín con “apellido” se puede decir, un jardín que tiene historia, que albergó los momentos más
lindos y emocionantes de la vida de sus integrantes. Un jardín donde cada planta tiene la impronta de
algún familiar y no estoy hablando solamente de los que lo habitan hoy en día, estoy hablando de 2
generaciones pasadas.